jueves, 12 de noviembre de 2009

2-0-1

Disputadas tres fechas del torneo de verano, el Chototeam cosechó una derrota y dos importantes victorias que lo posicionan cerca de la punta.
Luego de un avasallante 1-6 en contra en la primera jornada, el Choto se recuperó con dos goleadas a favor; 5-3 con la Banda de Benito y 6-0 contra Deportivo Lamadrid.
Duvia está retribuyendo con goles el esfuerzo económico que se hizo para traerlo, a pesar de tener la pesada mochila de reemplazar a Santiago.
El Gato se acopló muy bien al equipo a pesar de que una lesión en su tobillo lo alejó de las canchas hace una semana.
Quizá la sorpresa más grata fue la del Loco Fechi, que en los minutos que estuvo se apoderó de la mitad de la cancha cortando y distribuyendo con gran criterio.
Así las cosas, el equipo se prepara para afrontar las 4 fechas que le quedan a este mini torneo con gran expectativa, ya que hay material para conseguir el título.

Como una victoria...

Como dice el dicho, más vale tarde que nunca...pero resurgió el blog del Choto...
A pesar de que pasó más de un mes de aquella hazaña, vale la pena hacer mención del clásico que se logró levantar ante el Inter, luego de irse al vertuario dos goles abajo y hasta pudiéndolo ganar sobre la hora con aquella recordada arremetida de Riquelme Elfabri, que, increíblemente no terminó en el gol de la victoria.
Ese partido marcó el fin de un turbulento campeonato, en donde el Chototeam tuvo un paso irregular y terminó en la intrascendente mitad de tabla.
Ahora se viene el torneo de verano, con varias bajas pero también con algunas incorporaciones que ilusionan a la hinchada neroazzurra con mejorar la campaña anterior.
Ale Duvia tendrá la difícil misión de hacer olvidar a Santiago mientras que Fede Latorre tampoco la tendrá fácil intentando reemplazar a Riquelme Elfabri.
Otra de las caras nuevas será el Gato Atué, que cubrirá la baja de Messi elFepi en la defensa del equipo.

viernes, 9 de octubre de 2009

Salvó el semestre

Se comentaba por lo bajo, se rumoreaba por los pasillos del club, se susurraba a las espaldas de todos, que el gol de la Cobra era como ese mágico taxi que, a la salida del boliche a las 6 de la mañana, bajo una lluvia torrencial, jamás va a aparecer.
Otros decían que no era tan así. Decían que el festejo eternamente postergado era como cuando a lo lejos, esforzándonos por ver a través de las gruesas gotas, divisamos esa preciosa y celestial luz roja de libre, pero que, a sólo metros de nuestra posición, cuando ya nos estábamos relamiendo para empujar el balón a la red, esa luz se apaga en un abrir y cerrar de ojos, y vemos con horror cómo el taxista obeso levanta a dos pendejas, o (para situarnos en nuestro ejemplo de la Cobra) cómo el defensor rival se lanza desesperadamente a nuestros pies y tira por la borda nuestras ilusiones de concretar ese tan buscado gol.

Luego de quedar matemáticamente sin chances dos fechas atrás, el Chototeam se preparó psicológicamente para el partido de la penúltima jornada frente a su devaluado pero clásico rival La Chueca, por eso, las dos últimas derrotas pasaron sin pena ni gloria.
Digo clásico para catalogar de alguna manera esta rivalidad que existe entre estos dos equipos de barrio, y no como artefacto para expresar similitud o siquiera comparar el nivel de jerarquía individual y grupal que diferencia ampliamente a ambos conjuntos.
Un Barcelona-Español, o, sin ir más lejos, un Vélez-Ferro, o, para ser muy buenos, un Estudiantes-Gimnasia, pueden servir como ejemplo práctico de este tipo de rivalidad, donde lo único que tienen en común los enfrentados es vivir en el mismo barrio.
Gastón, Joan y Juanchi vivían un partido especial; luego de su polémica desvinculación de La Chueca, enfrentaban a su ex equipo.
El encuentro empezó, y el Choto no tardó en ponerse en ventaja; linda definición del Dady luego de un rebote afortunado en un defensor contrario.
A partir de ese momento el partido se terminó; sólo era cuestión de apostar cuántos goles más iban a venir ante la total y absoluta carencia de ideas de su rival de turno.
Santiago, en dos oportunidades, y Juanchi, convirtieron para el 4-0 parcial que plasmaba en el marcador la abultada diferencia que se demostraba dentro del campo de juego.
Con el partido ya liquidado, el Chototeam se dio un par de lujos; primero, Riquelme Elfabri procedió a volverse a hacer echar nuevamente, otra vez por una mano absolutamente innecesaria en la mitad de la cancha, que le valió su segunda amarilla y, por ende la roja, y debió dejar la cancha, no sin antes alzar los brazos en reconocimiento a los hinchas, quienes lo aplaudían y ovacionaban con fervor.
Pero lo mejor de la tarde estaba por llegar; “Joan, pasá de nueve; Santi, andá al medio, y gordo, jugá de 4”, fueron las indicaciones del DT cuando promediaba la segunda etapa. “Al principio fue como un arma de doble filo; por un lado, era consciente de que ese era el partido para meterla, un equipo que pierde con Sanzo es muy tentador para los delanteros rivales, pero por otro, sabía que si ese día no la metía, jamás iba a suceder. Pero me tenía mucha fe y no dudé en ir arriba”, confesó después del partido “el pesimista del gol”, como lo apodan sus amigos.
¿Pero qué pasó? ¿Volvió a postergarse su festejo? La Cobra desperdició innumerables situaciones clarísimas, que a cualquier mortal le hubieran hecho desistir en los intentos de convertir un gol que jamás antes había conseguido.
“Persevera y triunfarás”, dijo sabiamente Napoleón. Por eso La Cobra agachó su cabeza y siguió enchufado, sabía que al menos una más iba a tener.
Desborde de Santiago por la izquierda y centro atrás para La Cobra. Cuando parecía que la jugada se ensuciaba luego de una serie de rebotes, la pelota quedó quietita en el punto penal. En ese preciso instante, el cielo se abrió dejando bajar un haz de luz blanca que cayó de lleno en la figura de La Cobra, que primereó a los defensores como si se adelantara a las dos minitas que intentaban robarle el taxi, y, como si supiera definir, acarició el balón de media vuelta, colocándolo en la parte lateral de la red, ahí en donde los arqueros no suelen llegar, desatando la locura y el delirio de la hinchada, de los suplentes y hasta del DT, que, con el tobillo hinchado y todo, cruzó corriendo el campo de juego para unirse en un inmenso e interminable abrazo de gol con el resto del equipo, que, en la mitad de la cancha, festejaba el quinto tanto como si fuera un campeonato...

jueves, 17 de septiembre de 2009

Una inmerecida despedida

Dicen los que saben, que la suerte es cuando la pelotita, suavemente impulsada por la raqueta, impacta sutilmente en el borde superior de la red, pegando un leve salto vertical y, al mismo tiempo que imaginamos lo peor, zigzaguea peligrosamente surcando los aires, picando mágicamente dos veces en el campo rival, otorgándonos ese tan deseado punto que, de no ser por la sucesión de aquellos total y absolutamente involuntarios y aleatorios acontecimientos (que de ahora en adelante llamaremos “suerte”), claramente hubiéramos perdido .
Para ilustrar esta hermosa metáfora, podemos identificar al Chototeam con aquel desafortunado jugador que desde el fondo de la cancha ejecuta un poderoso drive invertido, que es devuelto por el número ciento cincuenta mil del ranking con un tibio globito cuyo destino será la situación anteriormente descripta.
La cosa era sencilla. O mejor dicho, clara. 5 victorias en los últimos 5 partidos era lo que necesitábamos para un casi seguro ascenso. A priori, el rival era accesible, al igual que los últimos dos que nos tocarán en la última y penúltima fecha. Por lo tanto, no servía otra cosa que el triunfo.
Sin embargo, durante la semana comenzaron a presentarse los primeros inconvenientes.
Santiago, la principal, y por qué no única, carta de gol del equipo le comunicaba a la prensa que no iba a estar presente en el trascendental partido, mientras que el Mago(rdo) Manuel amanecía con fiebre el mismo día del cotejo.
El Pingüino Gentile aún no se había recuperado de su lesión y la Pantera Huevo viajó a Parque Patricios (ausencia totalmente justificada, ¿cuándo va a volver a ver a Central ganar cuatro partidos seguidos, al menos en Primera?)
El Chino Bárzola se convirtió en la única referencia de área del equipo y Gabriel “elamigodeElfabri” pasó a ocupar un lugar en el banco de los suplentes, esta vez no como técnico sino como posible recambio.
Con el peligroso Tío Aurelio como doble 5 y con Juanchi de líbero, el equipo salió a la cancha a la hora estipulada.
Los otros 7 partidos ya habían comenzado, pero nuestro árbitro se hacía esperar.
Era lo único que le faltaba al Choto, ya que dos de sus jugadores estaban con los minutos contados y ni bien terminara el encuentro debían partir inmediatamente.
El pito llegó media hora más tarde, imposibilitando a los antes mencionados jugadores disputar el segundo tiempo.
No obstante, el equipo entró al campo de juego con mucha actitud y se puso en ventaja por medio de Gabriel luego de un buscapié del Chino.
Rápidamente, el Chototeam se refugió atrás y el Fantasma André comenzaba a ser figura.
El primer tiempo terminó con un merecido 1-0. Ahora quedaba la parte más difícil;
aguantar el resultado durante toda la segunda mitad sin jugadores en el banco de suplentes.

Hasta acá llega mi relato de los hechos, ya que, por obvias razones, desconozco el desarrollo del segundo tiempo.
Lo que sí se sabe es que el glorioso Chototeam cayó 1-2 contra el Tanque, que supo aprovechar el cansancio del rival y dar vuelta el marcador en los últimos 30, dejándolo prácticamente afuera de la lucha por el ascenso.

jueves, 10 de septiembre de 2009

El sueño sigue intacto...

Pasaron ya 8 fechas y todo está muy parejo. Faltando 10 puntos en juego, hay diez equipos separados por sólo 4 puntos.
No nos queda otra que ganar al menos cuatro de los últimos cinco partidos si es que queremos ilusionarnos con el ascenso.
El próximo sábado se va a ver bien para qué está el equipo, ya que habrá varias ausencias por diferentes motivos. La que más se sentirá sin dudas va a ser la del goleador Santiago, lo que permitirá saber si el Chototeam depende pura y exclusivamente de él para conseguir la victoria.
Jugamos contra El Tanque, un equipo muy irregular, que le ganó la primera fecha al Inter, luego perdió 4 partidos seguidos, y ganó los últimos 3 (a Sanzo; que es el primer partido que ganamos nosotros, al puntero Liverpool, y a Banderita; nuestros rivales del sábado anterior)
Hay que poner mucho huevo para lograr los 2 puntos, ya que de otra manera nos alejaríamos ya demasiado de la lucha por los primeros puestos.
Sólo hay que rezar por tener un poco de suerte, porque actitud y ganas es lo que sobra...

lunes, 7 de septiembre de 2009

Las grises nubes que, sólo unos pocos días atrás, auguraban una tormenta que amenazaba con suspender la séptima fecha, ahora miraban a nuestro querido equipo desde muy lejos. La lluvia nos veía desde muy arriba; desde ese lugar en donde todas las tácticas, las formaciones, las camisetas, los colores, las banderas, se ven más chicos. “Hoy juega el Choto, y lo quiero ver”, diría la lluvia si pudiera hablar.
Y otra vez con la rutina de los sábados; la preparación de la gloriosa indumentaria: la camiseta oficial o alguna azul oscuro con los números hechos con cinta de papel, y juntarse en la casa de Juanchi media hora antes del match, eran ya moneda corriente los días de partido.
"Podemos hacer historia", fue la frase común a todos los jugadores ese mediodía. Claro, cuatro partidos invictos luego de perder los cuatro primeros no era cosa de todos los días.
Por eso, el equipo se levantó con esa sensación extraña; con ese "no se qué" que no se puede explicar, pero que, paradójicamente, todos sabemos qué significa.
El Pingüino “antipintisa” Gentile fue el encargado esta vez de la dirección técnica del equipo, debido a su lesión en el tobillo derecho.
El Messi enano tampoco fue de la partida; el excesivo nivel de alcohol en sangre le ocasionó severas convulsiones que derivaron en su inmediata internación, y fue visitado por todo el plantel luego de concluido el encuentro.
El Tío Aurelio fue otra de las bajas, ya que el horario del partido le coincidió con su clase de yoga de los sábados, y no dudó a cual de los dos eventos concurrir.
La Urraca André fue designada como la alternativa del Tío en el arco. La Araña Elfabri metió carnetazo y jugó a pesar de estar suspendido.
Todos esos inconvenientes tuvo que afrontar el debutante DT neoazzurro en el marco de la séptima fecha del torneo.
Panorama asperísimo para el Chototeam, que salió a la cancha para enfrentar a La Banda de Benito, conjunto que venía pisándole los talones a los punteros.
- “Bueno muchachos, vamos a jugar como lo practicamos en la semana, ok? Ya saben, apenas la tengan, se la dan a Santiago y listo, que se las arregle él”- fueron las indicaciones de última hora que dio el improvisado técnico antes de salir al campo de juego.
El partido fue de por sí trabado en mitad de cancha; ellos, con jugadores de buen pie, con técnica y visión de juego. Nosotros, inmersos en nuestras propias limitaciones, esforzándonos por dar dos pases seguidos y con una asombrosa dificultad para definir.
Maradoniana jugada de Messi, que arrancó por la banda izquierda de atrás de mitad de cancha y, con caño incluido, desbordó al defensor entregándole la pelota servida a Huevo, quien, con el arco a su merced, definió como si tuviera problemas motrices.
La Urraca no hizo extrañar al Tío; salvó dos o tres pelotas importantes y se mostró cuasi-seguro, flaqueando en sólo una jugada en la que dio un rebote infantil.
Juanchi ejecutó un tiro libre excepcional, lástima que le corrieron el arco siete metros para abajo.
El match se encaminaba a un lapidario 0 a 0, cuando misteriosamente la Cobra Di Giácomo se encontró en posición de gol. Su remate dio en un defensor y el balón se elevó en el aire hasta confundirse con el Sol. El rebote le quedó a Juanchi, quien intentó, sin éxito, una volea de zurda, que derivó en una sutil e improvisada asistencia a Santiago, quien con una exquisita palomita empujó la pelota que, pidiendo permiso, cruzó la línea de gol y besó la red para darle una nueva victoria al Chototeam. Así, vaso a vaso, el equipo va escalando posiciones y, a falta de 5 fechas, todavía mantiene intactas las chances de acceder al podio que lo deposite en la segunda división.

martes, 1 de septiembre de 2009

Santiago +5)

Quizá fue porque se chupó poco el viernes…o porque con el correr de los partidos inevitablemente el equipo se iba a empezar a entender…o simplemente porque Santiago estaba inspirado, o debido a una explosiva combinación de todos aquellos factores. También hay quien dice que fue porque el Fepi se quedó estudiando Micro.
No obstante, la única certeza es que el Glorioso Chototeam consiguió el sábado pasado su segunda victoria en el certamen, estirando a tres su seguidilla de partidos invictos, alejándose definitivamente de las turbulentas aguas del fondo de la tabla.
Sin embargo esa no fue la única noticia alegre…el equipo logró su primeros 2 puntos bajo la conducción técnica de alguien; esta vez, el héroe fue Gabriel “elamigodeElfabri”, primer DT en la historia del team que se atrevió a dar indicaciones en el entretiempo: “emm, desde mi humilde punto de vista podría decir que me animo a opinar que estaría bueno que salieran al segundo tiempo sin cambios, ¡¡ojo!! ¡Sólo si todos están de acuerdo!” fue la osada instrucción de Gabriel segundos antes del inicio de la segunda mitad.
Debido la fuerte determinación que dilucidó en la rigurosa orden de su entrenador, el equipo salió motivadísimo a la cancha a comerse vivo al rival.
El Fantasma André volvió a aparecer. El Pingüino Gentile ocupó el lugar del Fantasma, dejándole el total y absoluto protagonismo a Santiago. Juanchi se amigó con el gol. La Cobra se dio cuenta de que su festejo se podía seguir postergando y no jugó de delantero. El Tío se acordó de que los rebotes sólo suman en el básquet. Y Santiago demostró no le dicen Messi sólo por su parecido físico, poniéndose la pilcha de figura y marcando un precioso hat-trick que le permitió al equipo estirar a 3 la ventaja y manejar con tranquilidad los hilos del partido.
Como si fuera poco, el Choto demostró que se agranda en la adversidad, ya que aguantó más de medio tiempo con un hombre menos, ante la infantil expulsión de Elfabri por doble amarilla, y hasta se animó a liquidar el partido sobre el final.
El 4-1 contra Banderita consagró una devastadora actuación del Chototeam, que lo coloca en una posición expectante en la tabla, y lo anima a ir en la búsqueda de una nueva victoria que, esta vez sí, lo catapulte sin escalas hacia la gloria eterna.